martes, 22 de enero de 2019

Murieron las botas con ellas puestas

Martes, 22 de enero de 2019. Parodiando el título de la famosa película de Raoul Walsh de 1941, protagonizada por Errol Flynn y Olivia de Havilland, he decidido dedicarle un artículo a mis botas, las que he estado usando desde que comencé en esta segunda etapa motera. Voy a obviar la marca y modelo de las mismas para no hacerles publicidad gratuita. Baste decir que son de una marca conocida, que las compré por su robustez y faceta polivalente y multipropósito, en vez de las más demandadas botas específicas para moto, que cuando te bajas de ella son más bien un estorbo.

Estas botas me han acompañado desde los primeros meses de 2011 con un uso constante durante todo el año, salvo los meses de verano en que usaba unas de menor caña y más ligeras. La muerte de las mismas ha sobrevenido de una manera bastante repentina, por la suela. Literalmente se deshace a trozos y se ha despegado del cuerpo de la bota. El resto de la misma, apostaría a que podría aguantar otros ocho años de uso más sin problemas, pero la suela es evidente que no está a la altura de la calidad de la bota. 

Destacar que las he estado usando con la suela en estas condiciones, algo que no es en absoluto recomendable, unos dos meses, intentando pegarlas con adhesivo o con pegamento específico de calzado pero sin resultados positivos. Hace unas semanas decidí llevarlas al zapatero para ver si tenían arreglo, pero al verlas en ese estado, me comentó que la única solución sería pedir una suela de repuesto al fabricante, despegar y retirar los restos de la suela vieja y pegar las nuevas. El problema es que es muy difícil, por no decir imposible, encontrar repuestos compatibles de la suela de estas botas. Además, el coste de la misma y su reparación supondría un desembolso que, por un poco más, te compras unas botas nuevas.

Realmente, me da pena enterrar estas botas, aunque tengan la suela destrozada. Insisto que el resto del cuerpo de la bota podría durar bastantes años más, pero la debilidad de la suela ha sido lo que las ha condenado. Aún así, estamos hablando de casi ocho años de uso motero, campero y senderista. Finalmente, las he sustituido por otras botas de la misma marca, aunque no exactamente el mismo modelo, pero sí uno muy similar. No obstante, seguiré intentando buscar alguna suela compatible por si fuera posible repararlas. "Murieron las botas con ellas puestas".

PD. Tras dos consultas a talleres de zapatería, me comentan que el problema de estas botas es que la suela es de muy baja calidad y que la rellenan con poliuretano. Conclusión, es de una calidad ínfima en relación a la bota. El coste de reparación casi alcanza el precio de las que me he comprado, además de que tardaría varias semanas en consultar suelas compatibles para adaptarlas. No merece la pena el arreglo: a la basura. 


Vista lateral izquierda de la bota izquierda. La que
tiene la suela más dañada y despegada.


Parte derecha de la bota izquierda. La suela está
dañada, aunque permanece pegada en este lado.


Vista lateral izquierda de la bota derecha. En esta
cara interna la suela está en mejor estado, al igual
que su hermana del otro lado.


Al igual que en la bota izquierda, en la cara externa
de la bota derecha la suela está destrozada y despegada.


Vista en detalle de la zona más dañada de la suela 
de la bota derecha.


El lateral exterior de la bota izquierda es el que 
presenta la suela en peor estado.


Vista frontal de las botas viejas. El cuerpo de las
mismas podría aguantar años más de uso.


Vista trasera de las mismas botas. El mismo 
comentario valdría para esta perspectiva.


Estas son el recambio. Misma marca, aunque un
modelo algo inferior, pero más económico.


Parte trasera de las nuevas botas. Son cómodas,
ligeras y sujetan muy bien el tobillo.


Lateral de las nuevas botas. El cuerpo es algo más
sencillo que las viejas, aunque de muy buen tacto.












sábado, 12 de enero de 2019

Zontes 310: nuevas peso medio

Sábado, 12 de enero de 2019. A finales del pasado 2018, comenzó a llegar a España, de la mano del conocido importador Motorien, una nueva marca de origen chino: Zontes. Esta marca pertenece al grupo Tayo Motorcycles, una importante corporación china dedicada al diseño y fabricación de motocicletas. A diferencia de los antiguos productos chinos del sector, estas motocicletas no son copias de modelos japoneses sino desarrollos íntegramente propios, salvo elementos accesorios como la inyección electrónica Delphi o el ABS de Bosch. En el caso de esta nueva gama de motocicletas, destaca el abundante uso de la electrónica, algo bastante poco habitual en un sector donde la economía de compra y los componentes sencillos son imprescindibles. Lo curioso, es que a pesar de este excelso equipamiento, siguen conservando precios muy competitivos, bastante por debajo de sus homólogas europeas y japonesas. Lo que queda por ver es si la calidad de fabricación y la fiabilidad no se ven mermadas por esta relación precio/calidad.

Los modelos que se han presentado son las Zontes 310 R (naked), la 310 X (carenada) y la 310 T (Trail). Todas incorporan el mismo moderno motor monocilíndrico de 312 cc y 35 CV a 9.500 rpm. DOHC, con unas cotas de diámetro por carrera de 80x62 mm, refrigeración líquida, cuatro válvulas, inyección, Euro 4, y por supuesto, con ABS desconectable. Para la primavera de 2019 tienen previsto presentar incluso un modelo custom. El peso declarado en orden de marcha ronda los 160 Kg con lo que, de ser cierto, estaríamos ante unos modelos muy interesantes desde el punto de vista precio/prestaciones/manejabilidad. En mi opinión, la más interesante es la versión "X", ya que, por muy poco más que la versión básica, incorpora carenado integral y un portabultos trasero. La "R" naked lo confía todo a la estética, y la "T" mal llamada trail, es una moto de asfalto con apariencia aventurera.

Destacar que la electrónica va desde los dos mapas de potencia: ECO y SPORT, hasta la apertura automática del tapón del depósito de combustible, iluminación totalmente led, o las piñas retroiluminadas, pasando por la llave inteligente de arranque (SmartKey), o más bien, el arranque sin llave. Todo ello por precios que, en España, van desde los 3.995 euros de la naked, pasando por los 4.295 de la carenada, hasta los 4.495 euros de la Trail asfáltica, la última en llegar para finales de enero del ya presente 2019.

En el aspecto que nos interesa, el doble propósito o trail, la versión "T" -con la salvedad de que de trail sólo tiene la estética- viene a completar una nueva gama de motos que acompañará al ahora nutrido segmento de las trail de peso medio-ligero que forman las CRF250L/Rally, Versys X300, VStrom 250, Himalayan 400 y Montana XR3-250. De este grupo, habría que hacer un subgrupo con la VStrom y esta nueva "T" de Zontes por ser motos puras de asfalto.


Zontes 310 R, líneas agresivas y abundante
electrónica para esta nueva 310 naked.


Zontes 310 X, la misma versión pero carenada y
con diseño más touring.


Zontes 310 T, la nueva trail asfáltica de aventura
con la estética que se lleva.









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