martes, 11 de octubre de 2022

DIEZ años de Diario de un Motero Tardío

Martes, 11 de octubre de 2022. El pasado viernes 07 de octubre se cumplió el décimo aniversario de la creación del presente blog "Diario de un Motero Tardío". Si en aquella fecha me hubieran dicho que diez años después seguiría escribiendo sobre motos, rutas, viajes y pensamientos de un motero, sinceramente, no me lo hubiera creído.

El caso es que aquí seguimos. Aunque he pensado muchas veces en la idea de abandonarlo, de borrarlo, de hacerlo privado, y cosas por el estilo, en el fondo me resisto a hacerlo.

Internet es un mundo muy ingrato, muy desagradecido. La mayoría de la gente está tan habituada a buscar y obtener información gratuita, que muy pocos se preocupan de ver el trabajo que hay detrás. Sencillamente consumen información como si no hubiera un mañana, y a otra cosa, sin preocuparse por agradecerlo, comentar o aportar algo. Por ello, muchas veces me dan ganas de actuar igual, y guardarme todo el conocimiento y sensaciones para mi. Quizá lo haga, o quizá no. En cualquier caso, me importa un pimiento. Por otro lado, escribir me sirve de desahogo, aprovechándome de ello, lo cual también hay que valorar.

Así pues, me felicito a mi mismo, y doy ánimos para seguir por muchos años más. Nadie me va a querer más que yo mismo:

¡¡¡ FELICIDADES POR LOS DIEZ AÑOS DE BLOG, CAMPEÓN !!!


FELIZ DÉCIMO ANIVERSARIO!!!






El caso de la bujía equivocada

Martes, 11 de octubre de 2022. Llevaba muchos meses arrancando mal, en caliente, con la Rieju Bye Bike Adventure. Normalmente, es una moto que arranca bien, casi siempre a la primera, tanto en frío como en caliente, aunque esté varios días, incluso semanas, parada. No acertaba a saber el motivo, que si problema de carburación, que si eléctrico, que si la moto "era así"... El caso es que llegaba a tener "pánico escénico" a parar la moto, para unos minutos después, arrancarla. Desde hace algún tiempo, lo "normal" era necesitar entre seis y diez intentos de arranque para conseguir arrancarla con el motor caliente.

Ante tal situación, llegué a pensar en llevarla al taller, pero decidí toquetearla yo antes. Lo primero que se me ocurrió es que se había descarburado, con lo que procedí a empobrecerle la mezcla, aflojando el tornillo de mezcla de media en media vuelta hasta llegar a una vuelta completa menos. Como incluso así seguía exactamente igual, sin notar ni mejoría ni empeoramiento de la respuesta del motor, lo siguiente fue desmonar la bujía para ver cómo estaba. Por el color podría guiarme para saber cómo estaba quemando la gasolina. Lo que lamento es haber tardado tanto en hacer esto último, pero lo que encontré, no me lo esperaba, por eso la tardanza.

Atando cabos, recordé que a primeros de este 2022, la moto estuvo dos meses en el taller, por la rotura de la tapa del variador. Además de ello, le cambiaron la bujía, como parte de la revisión. Lo que nunca pude sospechar era que le pusieran un modelo diferente al recomendado por el fabricante, que fue lo que me encontré. 

Resulta que esta moto, según el fabricante, lleva una bujía NGK BR7ES y le habían puesto una NGK BPR6ES, es decir, más caliente, según la escala de NGK (menor numeración, bujía más caliente), lo que provocaba que se calentara más de lo debido, dificultando el salto de chispa, y por tanto, entorpeciendo el arranque en caliente. En frío, evidentemente, este problema no se daba ya que al estar fría la bujía, la chispa no tenía dificultad para saltar, con independencia del modelo instalado. En caliente, en cambio, el diferente grado térmico de la misma sí que afectaba al arranque, especialmente si la temperatura exterior también era elevada.

El tema es descifrar el porqué en el taller oficial de la marca no sabían ni la bujía que lleva la moto que venden y reparan, o bien, quizá es que me tocó el mecánico novato del día, que sencillamente, le puso la primera bujía que se le ocurrió, sin molestarse en saber, o siquiera mirar el modelo que llevaba instalado para montarle otro igual. 

Realmente, da que pensar la ineficacia, desgana y la poca profesionalidad de algunos talleres, y enterarte de en manos de qué gente dejas tu moto, aspectos que se podrían trasladar a otras ramas profesionales más delicadas, lo que sobrecoge y preocupa hasta límites insospechados.

Esta es la historia, y así la hemos contado, la penúltima odisea con un taller (siempre puede haber otra), en este caso, con la Bye Bike como protagonista.


Estado de la bujía NGK BPR6ES
instalada, tras unos 1.500 km recorridos.


Otra imagen de la NGK que le 
pusieron en el taller. Varios meses
arrancando mal, en caliente, por su culpa.










Me gusta