Han sido dos años de experiencias intensas, innovadoras, reconfortantes, de mucho contacto con el entorno, aunque no hayan sido lugares lejanos, ni epatantes. La experiencia me ha enseñado que no hace falta ir a lejanos lugares, de nombres impronunciables o en una gran moto cargada de tecnología para disfrutar de todo esto. Eso mejor dejarlo para quienes piensan que más vale que sobre a que falte o que necesitan impresionar para satisfacer su ego y sentirse el centro de atención, o bien, no parecer inferiores a sus amigos, conocidos o desconocidos. También me ha enseñado que no hace falta, ni necesito, una gran moto para disfrutar de estas sensaciones. Bien es cierto que, con una moto de tan escasa cilindrada y potencia, hay que planificar muy bien las rutas para evitar vías rápidas y autovías donde se puede sufrir por no ser capaz de seguir el ritmo del tráfico, pero esta misma característica te hace descubrir sitios que de otra forma nunca habrías sospechado. El hecho de disfrutar de estas sensaciones en una moto que podría definirse como el culmen de la sencillez y el bajo coste, es lo que me hace homenajearla de manera casi continua en forma de fotografías o videorreportajes. Me viene a la memoria la frase que leí algún día, en algún sitio, de alguien que no recuerdo: "Muchas veces nos compramos la moto (o vehículo) que no necesitamos, con el dinero que no tenemos, para impresionar a gente que no nos importa..."
¡¡¡FeliTXidades Keeway TX 125 S!!!
Recopilación de rutas en el segundo aniversario TX
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