Ya en el momento del estreno, notaba que la moto respondía mal, rateaba al acelerar y se paraba en los semáforos al dejar de dar gas. Lo primero me inquietó levemente, lo segundo lo achacaba al estar el motor frío. Tras recorrer unos km la moto seguía exactamente con los mismos síntomas, con lo que era evidente que algo no andaba bien.
Acostumbrado, mal acostumbrado, a los motores de inyección electrónica "start and forget", había perdido completamente la práctica de carburar una moto. De hecho, creo que no he tocado el carburador de ninguna de las motos que he tenido con este sistema de alimentación. Tendría que remontarme a la época del venerable Renault R-6, el origen de los SUV, y de las peripecias rurales, para recordar cómo toqueteaba un carburador, hasta el punto de desmontarlo, volverlo a montar, sobrar piezas, y el coche ir mejor que antes.
El caso es que tras empaparme videotutoriales de carburación, conseguí dejar la moto fina, con una respuesta contundente y llena al primer golpe de gas, y en todo el rango de rpm del motor. Para ello, tuve que aflojar el tornillo de mezcla nada menos que una vuelta y un cuarto, a base de tanteos de cuarto en cuarto de vuelta, reajustando simultáneamente el de ralentí. Según los cánones, el rango para la mezcla ideal de aire-gasolina está entre media vuelta y dos vueltas y media de giro del tornillo de mezcla, partiendo de la posición de totalmente apretado. Quiere esto decir que la moto venía de fábrica con el tornillo prácticamente apretado, con lo que la proporción aire-gasolina era absurdamente rica, hasta el punto de arrancar en frío sin estárter y quedarse la moto acelerada, la pobre respuesta descrita y un primer consumo medido de unos 3,20 l/100 km.
"Made in Spain": se supone como ¿aval de calidad
frente a los productos orientales?
Eso no era todo. Tras una primera inspección visual, veo que el guardabarros delantero está deformado. Por la parte de arriba, en un lado casi toca el neumático y por el otro le sobran dos dedos. Por la parte de abajo, una deformación parecida. Presuntamente, parece ser que una de las cintas que sujetaba la moto durante el transporte oprimía el mismo, con lo que se deformó al ser de plástico blando. Algo parecido a lo anterior. Siendo malo, no es lo peor, puede suceder en un transporte -que encima el concesionario lo cobra como sobreprecio, aunque sea dentro de España- Lo peor es que ni se molestaron en comprobar si el estado de la moto estaba correcto. Arrancar, arrancaba, andar, andaba, de aquella manera, pero lo hacía, lo demás, parece que sobra. Control de calidad "Made in Spain".
Ahora viene lo peor. Ya en el momento de recoger la moto y durante la marcha, notaba una especie de zumbido repetitivo por la zona de la cadena de transmisión y rueda trasera. Aparentemente la moto iba bien, pero ese zumbido no era normal. En una de las múltiples inspecciones visuales que hice, me dispuse a tensar la cadena ya que me parecía algo destensada. Tras comprobar la tensión de la cadena en diferentes puntos con la moto sobre el caballete, veo que en unas zonas está tensa y en otras con más holgura de la recomendada. Me pongo a tensar la cadena, doy unas vueltas y al comprobarlo, el problema persiste. Convencido de que el problema era mío y de que había dejado los tensores desalineados, o que se hubiera movido el eje, lo compruebo y mido una y otra vez y no veo nada anormal, con lo que el problema era otro. Parece mentira que una moto nueva, con todo el kit de transmisión nuevo tenga este problema, pero lo tiene.
A pesar de estar la moto en garantía, con apenas 160 km en el odómetro, pero con el fin de evitar que la moto estuviera parada varias semanas en el taller, intento comprobar lo más fácil: que la cadena de transmisión viniera defectuosa. Compro una nueva cadena KMC de paso 415 idéntica a la de origen (solo cuesta 11 euros) y se la cambio para intentar ver si el problema era ese y evitar estar bastante tiempo sin moto. No sirvió de nada, el problema persistía. Probablemente, el origen del mismo se deba ya a un defecto de mecanizado del piñón o de la corona de transmisión, si no otro mayor. Decido no complicarme más y llevar la moto al taller para hacer uso de la garantía. En fábrica debieron pensar que la moto iba bien, como andar, andaba... Control de calidad "Made in Spain".
No parece tan complicado para que tenga problemas.
¿Tan difícil es hacer que esto vaya bien?
La parte positiva es que la marca "ha aceptado" la petición de garantía (faltaría más) con la reposición y envío de las piezas reclamadas, pero las semanas con la moto parada y el mal ánimo que te queda por unos problemas que no debían haber existido, ahí queda.
El día 22 de mayo recogí la moto, francamente, antes de lo que me esperaba. Aparentemente, el problema está resuelto al haber cambiado tanto el piñón como la corona y la cadena, aunque tengo la impresión de que sigue estando por algún punto con más tensión. De todas formas, tengo que comprobarlo más a fondo con el uso y, sobre todo, a la hora de tensar la cadena, porque como siga con el mismo problema, mal asunto. Tendríamos un doble problema, por un lado, el de los típicos mecánicos "cambia-piezas" que se han limitado a sustituir unas piezas por otras sin preocuparse lo más mínimo por el origen del mismo, dejando la cadena más destensada -a propósito- para encubrir el problema de fondo. Por otro, que el problema sería mucho más grave, afectando a la estructura de la moto: buje, rodamientos o llanta de la rueda trasera, o eje del piñón de salida.
Uno de los problemas todavía está sin resolver, y que también procede desde el primer día: al pasar de 40 km/h suena un zumbido discontinuo, acompañado de una vibración intermitente que parece provenir de la rueda trasera. Intuyo que debe tener un problema de centrado u ovalización en llanta, buje o cubierta, o quizá, rodamientos. He comentado este percance dos veces en el taller oficial, cuando la llevé para el problema de la cadena, y posteriormente en la primera revisión. En ambas, me han tomado por imbécil y me dicen que la moto "va bien". Así pues, la Bye Bike tiene el lamentable honor de ser la segunda moto que más problemas me ha dado, por detrás de la alemana, pero con el agravante de ser un producto nuevo y más sencillo que el mecanismo de un botijo, lo que todavía tiene más "mérito". Da la impresión de que montaran la moto un viernes por la tarde mientras comentaban lo que iban a hacer el sábado.
En fin, no me rayo más. Quizá lo suyo es disfrutar de la moto y no fijarse tanto en los detalles... pero tanto la alemana, como la española, marcas "Nunca mais".
Control de calidad y profesionalidad: "Made in Spain".
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