A este encuentro, podría haber asistido también otro amigo y compañero de montura, Fran, que se encontraba aproximadamente a medio camino de ambos, pero los astros no estaban convenientemente alineados y no pudo ser. Hubiera sido el mayor encuentro de Keeway TX que ha habido en España desde que, en 2012, cinco experimentados motoristas con furgoneta de asistencia, hicieran el nada desdeñable recorrido desde Logroño hasta Merzouga (Marruecos), subiendo hasta Sant Quirze del Vallés (Barcelona) completando más de 3.500 km. sin ningún contratiempo.
En cualquier caso, dada la exclusividad de este modelo, el hecho de juntarnos dos TX, en sus dos colores disponibles, y en versiones diferentes, le daba un atractivo especial junto con el hecho de conocer personalmente a Diego, excelente persona y amigo, y con el que comparto no sólo la afición por las motos, sino por la fotografía, vídeo y viajes y con el que llevaba tiempo contactando a través de las redes sociales y emails.
La ruta era de las que considero de media distancia para realizarla con una moto de media cilindrada y en una jornada de medio día, sobre 350 kms. Con una moto como la TX se convierte ya en una distancia respetable, no ya por la mecánica, sobradamente preparada para esta y mucho mayores distancias, sino porque su lentitud supone estar muchas horas encima de la moto, lo que presupone tener una cierta preparación física para que el cansancio no haga mella. Partí por la saturada N-332 hasta San Javier, para desviarme luego por el ramal RM-F35 rodeando Cartagena, donde empezaba el tipo de carreteras que me gusta, y que mejor le vienen a la TX, escaso tráfico, curvas y parajes cambiantes. Conforme me adentraba en tierras murcianas, la cosa mejoraba más y más, especialmente a partir de Molinos Marfagones, para rematar con el espectacular cruce de la cadena montañosa que separa la RM-332 de Calabardina, la carretera RM-D20.
Ascendiendo por la RM-D20 dirección Mazarrón
Llegado a Calabardina, intercambiamos impresiones, tomamos el necesario refrigerio y aprovechamos para hacer fotografías y filmaciones de los parajes de Cabo Cope y alrededores, donde tanto el viejo torreón de vigilancia como la impresionante colina que forma el cabo, fueron testigos de nuestras maniobras.
Un placer conocer a Diego y disfrutar, una vez más, de las tierras murcianas, inagotables, inabarcables, acogedoras, impresionantes...
El número 6 de la revista MotoViajeros dedica un reportaje a este viaje, a este encuentro entre dos motoristas a bordo de sus TX's. (*)
Ya queda menos. Vista de Cabo Cope y Calabardina
desde los 320 m. del puerto de la RM-D20.
Dos TX y un destino: enfrente del hotel "El Paraíso"
de Calabardina.
Las TX al borde del mar, en Cabo Cope.
El torreón de vigilancia de Cabo Cope, testigo del
encuentro de las dos TX.
Parte de la colina de Cabo Cope, el segundo testigo
del encuentro.
¿Qué es una moto sin piloto? lo mismo que un cuerpo sin mente.
Con mi amigo, Diego Bretones. ¡vaya par de dos!
La bahía de Cabo Cope también fue testigo del
binomio de motos y pilotos.
By Diego Bretones, dos hombres, dos motos, un destino.
Las TX sobre las arenas de Cabo Cope. Al fondo,
las montañas que atraviesa la carretera RM-D20.
Las TX en una cala de Cabo Cope, con el trasfondo
de piedras calcáreas y la colina del cabo al fondo.
Las TX en una pequeña bahía en dirección a Águilas.
Al fondo, Cabo Cope y Calabardina.
(*) Editado para añadir enlace el 09/04/2015
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