Nunca tuvimos una relación especialmente fluida, es más, en ciertos momentos fue tensa y variable, pero eso no quita que tuviéramos la misma sangre, y que, en el fondo, el sentimiento de unión y pertenencia fuera vivo, a pesar de la distancia física de los últimos años. Los pocos momentos en los que era ÉL, los viví y los disfruté intensamente, eran sumamente reconfortantes. Yo era el pequeño, el inexperto, el que debía aprender de ÉL. Lo admiraba, quería ser como ÉL, pero yo ni podía, ni sabía. Su camino se torció por culpa de "el problema", aunque me costó entenderlo. Yo era "el bueno" y fui por el de la moderación y la sencillez, refugiándome en mi, en una aparente insensibilidad, y en la capacidad de intentar ser autosuficiente y resistente a los golpes de la vida. Conforme pasaban los años se entremezclaban los sentimientos de rabia, amor, odio y tristeza infinita, pero hay cosas que uno no puede cambiar. Una vez más, se suele aprender más de los errores, pero cuando ya los has cometido, y solo tenemos una vida. Por ello, lamento profundamente no haber sido capaz de disfrutar más de esos momentos, y que estos fueran más frecuentes...
Dicen que decía Isabel Allende: "La muerte no existe, la gente sólo muere cuando la olvidan; si puedes recordarme, siempre estaré contigo...". Vaya desde aquí este pequeño homenaje para ti, HERMANO, allá donde estés, que sepas que siempre te tuve dentro de mi, que siempre te he querido y te querré, a pesar de las diferencias, más propias de "el problema", que del carácter y de esa máscara de insensibilidad que nos caracteriza.
Hasta siempre HERMANO, y que encuentres la paz que no tuviste aquí...
José Luis, te acompaño en el sentimiento y lamento tu perdida. Un saludo y mucho ánimo.
ResponderEliminarXavi.
Gracias compañero. Un abrazo
ResponderEliminarBuenas tardes. Aunque sigo tus vídeos desde hace años, esta es la primera vez que envío un comentario a un blog.
ResponderEliminarEn primer lugar lamento tan enorme pérdida. Espero que el contacto con los paisajes que recortes y la energía que desprenden te sigan ayudando a meditar y a reconfortarte. En esa forma de vivir la moto me identifico plenamente contigo.
Decirte que tus vídeos me transmiten paz y serenidad, algo impagable en nuestros días. En más de la ocasión, he podido vivir con ellos las sensaciones que he tenido con mi moto.
Si continuas publicando vídeos, continuaré disfrutándolos con puntualidad.
Aquí alguien que comprende lo que haces y lo valora.
Un cordial saludo
Gracias por tus palabras compañero. Un abrazo.
EliminarEstimado motero tardío:
ResponderEliminarLlegué a tu blog por casualidad, buscando algo que me ayudase a pensar qué significaba comprar mi primera moto a los 51 años. Seguí tu blog por curiosidad, mi moto es una Keeway TX 125. Continúo viendo tu blog porque tiene interés, está hecho con gusto, entretiene y divierte.
Escribo desde el Atlántico, lejos de esa tierra preciosa que nos enseñas en tus videos y que nos describes en este blog. Alguna vez llevo pensado que mis 10.000 Km sobre la Keeway merecerían un blog como el tuyo. Desde 2016 tengo una perspectiva distinta de donde vivo gracias a los mil y un rincones los que llego con mi moto.
Auque lo hago esporádicamente, me acabo de dar cuenta de que leo lo que escribes y escucho lo que dices con más atención de la que creía hace sólo un momento, justo antes de leer tu mensaje.
Un abrazo.
Me alegro mucho que hayas descubierto el mundo motero, Wigforss32, aunque sea tarde, y de que disfrutes con tu TX. Además, te animo a que crees tu blog o que cuentes tus experiencias sobre la moto. Lo que no se cuenta, no existe, al menos para los demás.
ResponderEliminarUn abrazo!