martes, 22 de diciembre de 2015

Redescubriendo la Sierra de El Carche

Lunes, 21 de diciembre de 2015. Un día atípico para una ruta de alta montaña, pero de esos que me gustan, laborable y ajeno a las altas afluencias. Como casi siempre, ha tenido que ser una alineación planetaria en forma de vacaciones junto con la "ausencia" de obligaciones, la que me ha posibilitado volver a descubrir un paraje al que llevaba mucho tiempo queriendo acceder: La Sierra de El Carche, situada en el término municipal de Jumilla (Murcia), aunque más cerca de la localidad de El Pinoso (Alicante).


Ascendiendo hacia el pico de "La Madama"


Hace ya bastante tiempo, en abril de 2014, intenté por primera vez el acceso a la Sierra de El Carche. Mi objetivo era llegar a través de carreteras secundarias, desde La Cañada del Trigo, por la carretera local MU-A-16 hasta "Viña P", y desde aquí, ascender al pico "La Madama" por la pista forestal. No lo conseguí, fundamentalmente, porque tras unos kilómetros de ascenso por la pista llegué a una entrada en la que se avisaba que sólo se podía acceder a pie o en bicicleta. A pesar de que la pista estaba señalizada con limitaciones de velocidad y que se veía trocha de acceso de vehículos, decidí no continuar ante la eventualidad de algún problema legal. En aquella época todavía no había descubierto demasiados sitios y enfoqué mi atención hacia otros destinos menos problemáticos como la Sierra de La Pila.

En este tipo de rutas por parajes solitarios y terrenos abruptos, donde la posibilidad de un percance es mayor y de consecuencias imprevisibles, se hace necesario tener precaución y la mayor seguridad posible, o alguien en quien confiar. Si ese alguien es un buen seguro, mejor todavía y en caso de duda, acudir a un comparador de seguros para salir de dudas.

En las últimas semanas, he tenido ocasión de pasar cerca de la Sierra de El Carche, bien por conocer su cara norte, o bien por recorrer la cercana Sierra de Salinas. En todos los casos me quedaba pensando en ese paraje por el que pasaba tan cerca pero que conocía tan poco. Ese momento ha llegado hoy, veinte meses después y con muchos más kilómetros de caminos a cuestas.

Tratándose de una ruta relativamente larga, de más de 200 km, salí con mi TX sobre las 9 de la mañana. El día amaneció con una temperatura agradable, aunque con abundante nubosidad baja, bruma y niebla. No había amenaza de lluvia, pero no tenía claro si estas condiciones se mantendrían cuando llegara a El Carche. Al tratarse del ascenso a un pico de casi 1.400 metros sobre el nivel del mar, el hecho de encontrarme con bruma, niebla o abundante nubosidad, desluciría mucho las vistas y pertinentes fotografías que quería hacer. Tuve suerte y, pasados unos kilómetros comenzaron a abrirse claros y a despejar el tiempo. En previsión de algún contratiempo, reposté gasolina en el surtidor de Hondón de Los Frailes y me encaminé hacia La Cañada del Trigo. Una vez que llegué al propio comienzo del ascenso, en la venta "Viña P" (cerrada por fuera de temporada) me tomé un breve descanso, preparé la cámara de grabación y me dispuse al ascenso al pico "La Madama" de 1.371 metros.

Siempre que salgo por rutas de montaña que incluyen tramos de caminos o pistas forestales procuro ir equipado de la mejor forma posible, ya que casi siempre voy en solitario. Dentro de este equipo no pueden faltar las botas tácticas multipropósito que me permiten no sólo montar en moto, sino caminar sin problemas por terrenos abruptos, el spray antipinchazos para salir del paso ante un posible pinchazo y el GPS de montaña con baterías de repuesto. Además de ello, conviene tener un buen seguro para moto que incluya la cobertura de asistencia.

Para acceder, hay que recorrer una pista forestal íntegramente de tierra compacta y abundante grava suelta de unos 10 kilómetros de longitud desde el acceso señalizado, a los que hay que añadir unos 3 más si tomamos como inicio la venta citada. La pista se encuentra en relativo buen estado, aunque tiene zonas de abundante grava suelta, piedras, alguna torrentera y en ciertas ocasiones, serpentea al borde de precipicios y barrancos, lo que te obliga a mantener el estado de alerta y atención para evitar posibles caídas o consecuencias. Tras varios cruces e intersecciones que conducen a diferentes ubicaciones de la sierra, conseguí ascender hasta "La Madama", el punto más alto de la sierra, vértice geodésico, en el que se encuentra un refugio, varias antenas y una estación de recogida de datos meteorológicos. Desde la cima se tienen unas impresionantes vistas del entorno, entre las que se incluyen las cercanas Sierra de Salinas, La Pila y la localidad de Jumilla. En total, unos 205 km de recorrido, entre los que se incluyen alrededor de 30 km de pistas.


El objetivo: el pico "La Madama" de 1.371 m.s.n.m.
En su cima hay un refugio, una antena de transmisiones
y una estación meteorológica


Imagen GOOGLE con la zona sur de "El Carche"


Panel de losetas situado en un muro en el mirador
de "La Madama" con los caminos que recorren la sierra,


La TX en el alto de "El Carche" de 1.371 metros
la mayor altura alcanzada hasta la fecha.


Unos metros más arriba, en el peñasco, se encuentra
el vértice geodésico, refugio y estación metereológica.


Desde su cima verías esta inmensidad: un parque
eólico, la localidad de Jumilla y las salinas de Jumsal.


Aplicando un zoom de 10x tenemos esta vista de la
localidad de Jumilla, famosa por sus vinos.


Mirando hacia el sur tenemos esta vista. Al fondo
su hermana: la sierra de La Pila.


Último tramo del camino antes de llegar a el alto
de "El Carche". Con menos pendiente, pero más
pedregoso que "La Pila".


En esta otra vista sur se aprecia parte del camino 
de ascenso.


Panel informativo del refugio y la altura.


Al llegar a el mirador tienes esta imagen: una especie
de atalaya con vistas norte-oeste-sur.


Subiendo por la pedestre escalera de acceso al refugio
verías esto: antena y estación meteorológica.


El refugio es una caseta de madera con el tejado
fuertemente inclinado.


Desde encima del vértice geodésico se llega a ver
su otra hermana: la Sierra de Salinas

Esta señal es el vértice geodésico. Justo aquí estamos
a 1.371 m.s.n.m.


Otra cumbre más que añadir al palmarés del binomio
hombre-máquina: Deiotarus y su TX.














domingo, 13 de diciembre de 2015

La Batería de Cenizas

Sábado, 12 de diciembre de 2015. La alineación planetaria persiste. Llevo unas semanas con una racha de rutas en la XJ6 que ni en sus mejores tiempos. También resulta curioso que las dos últimas salidas hayan sido a instalaciones militares abandonadas. Llevaba tiempo queriendo conocer la batería gemela de Castillitos en Cabo Tiñoso. A esta última, he acudido en dos ocasiones, una con cada moto: en BMW R 1200 R y en Keeway TX 125 S. La batería de Cenizas está ubicada al otro lado de la bahía de Cartagena, en el monte de Cenizas. Esta batería fue la primera en artillarse allá por 1930. No resulta tan conocida como la de Castillitos, creo, que porque el acceso es peor. No hay manera de acceder en vehículo hasta sus inmediaciones. Hay que aparcar en un espacio cercano habilitado para ello y acceder a pie por la pista que originalmente servía para llegar hasta los acuartelamientos. Se trata de una pista de tierra y piedra suelta de unos 3 km en ascenso suave pero constante. En ciertas zonas se tienen unas panorámicas espectaculares de la costa de Cartagena e incluso se llegan a divisar algunas zonas del Mar Menor.


Llegando a la Batería de Cenizas de Cartagena


Una vez llegado a la entrada a la pista que conduce a las baterías, realicé algunas fotos, aparqué la moto en la zona habilitada para ello y me dispuse al ascenso. No es que sea una pista complicada, pero pertrechado con mi tres cuartos de cordura con forro térmico, la camiseta térmica, el pantalón vaquero con protecciones de motorista, la bolsa con los útiles de grabación y las botas tácticas Magnum, se me atragantó en ciertos momentos. Aunque de todo este equipo, tengo que dar gracias a llevar esas botas polivalentes porque si llego a llevar unas de moto puras... En fin, el caso es que en varios momentos del ascenso estuve a punto de darme la vuelta ya que no sabía el tiempo que me llevaría llegar a los acuartelamientos, a lo que tenía que añadir el tiempo dedicado a recorrer las instalaciones y el descenso. Cuando estaba a punto de darme la vuelta, en un recodo, divisé el peculiar arco de la entrada a la Batería de Cenizas y todo cambió. Sentí una atracción inevitable hacia lo desconocido, agreste y salvaje del entorno y cumplí mi objetivo. Conseguí ascender la pista en unos 40 minutos y el descenso en unos 30, aunque me hubiera gustado realizarlo bastante más despacio...

Al llegar, lo primero que llama la atención es el arco de entrada de corte azteca y las instalaciones militares casi comidas por la vegetación. En la cima hay un radar operativo que forma parte del SIVE (Sistema Integrado de Vigilancia Exterior) de la Guardia Civil, encargado de detectar a distancia las embarcaciones que se aproximan a nuestro litoral. La Batería la formaban dos emplazamientos Vickers de 381 mm (15 pulgadas) gemelas de las usadas en Castillitos, junto con sus puestos de dirección de tiro y acuartelamientos para asistir a las mismas y dar cabida a la guarnición. Fue la primera en artillarse, allá por 1930 y formaba, junto con la anterior, la defensa costera de la bahía de Cartagena. Aún estando totalmente desfasada por la evolución de la aviación y armamento a distancia, permaneció en servicio hasta 1994. Las vistas desde su cima son tan espectaculares como la de Castillitos, aunque se aprecia un mayor deterioro y grado de abandono de las edificaciones así como mayor cantidad de vegetación que oculta muchas de ellas.

Como casi siempre, hay varias rutas para llegar partiendo desde Alicante. Originalmente, diseñé una ruta para la TX que transcurría íntegramente por carreteras secundarias, sin pisar la concurrida N-332. Como siempre ando falto de tiempo y sabiendo que el ascenso a las baterías a pie también me llevaría mucho, decidí al final hacerla con la XJ6. No obstante, la ida fue por la ruta trazada originalmente para la TX. La vuelta, ya cansado de andar y de tanta carretera estrecha y ondulada la hice por autovía. En total, unos 285 km. Lo ideal, para disfrutar del entorno como se merece, hubiera sido hacerla con la TX siguiendo el trazado de ida y vuelta por carreteras secundarias, y echar el día recorriendo las instalaciones del cerro de las Cenizas. Todo se andará...


Imagen GOOGLE con la ubicación de las baterías


La XJ6 justo a la entrada de la pista que conduce
a las Baterías de Cenizas.


Pero el anterior no era el punto recomendado de
parada. Hay un espacio habilitado para ello, un 
poco más apartado, que hay que hacer a pie.


Panel informativo de la pista, el monte de Cenizas
y el acceso a puntos de interés.


Este es el aspecto que presenta la pista en sus inicios.


A medio ascenso, casi se me pasa, y me encontré con
esto. ¡cualquiera se mete por ahí!


La cercana localidad de Portman, vista desde la
ruta de ascenso a las baterías.


Se llega a divisar el Mar Menor con su inconfundible
"Manga" al fondo.


Las siempre espectaculares costas cartageneras
vistas desde el monte Cenizas.


Dicen que todo esfuerzo tiene su recompensa. Y yo
la tuve. Cuando casi me daba la vuelta, divisé la
entrada a los acuartelamientos de Cenizas.


La entrada es ciertamente lúgubre, y este es uno 
de los primeros edificios que verías.


Y claro, lo lúgubre y tenebroso tiene un especial
atractivo para mi y tuve que mirar.


La mayoría de las instalaciones están semienterradas
y otras ocultas por la vegetación.


Este es el radar operativo del SIVE.


Posiblemente una grúa para elevar los proyectiles de
casi 900 Kg. de peso.


La Batería Vickers de 381 mm nº 1. Idéntica a las
emplazadas en Castillitos.


Un primer plano de las misma batería.


Puesto de dirección de tiro. Uno por cada batería.


Batería Vickers de 381 mm. nº 2.


Posiblemente un respiradero o evacuación de humos
de las instalaciones subterráneas.


Depósito de agua, casi tapado por la vegetación.


Otra instalación semienterrada y cubierta de escombros.


El cañón, desafiante, apuntando hacia una de las
innumerables y preciosistas vistas que se tienen.







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