sábado, 26 de mayo de 2018

Honda CRF450L: la versión hardcore de la CRF250L

Sábado, 26 de mayo de 2018. Honda ha anunciado una versión trail civilizada derivada de la versión enduro CRF450R para 2019. Digamos que es una versión legal del modelo endurero, apta para circular por vías públicas y, por tanto, con una mayor capacidad rutera y amplitud de uso, algo que estaba siendo demandado por muchos usuarios a quienes la polivalente y versátil CRF250L se les quedaba algo corta, aunque esto es muy matizable.

Todavía no se conocen muchos detalles de la nueva moto, que tendrá además, una nueva versión X. Ambas derivan del modelo CRF450R pero con una nueva transmisión de 6 velocidades. El motor es un monocilíndrico de 449cc, 4 tiempos, refrigerado por líquido, con 4 válvulas y un solo árbol de levas accionado por cadena (UNICAM), alimentado por la inyección PGM-FI característica de Honda. Es decir, la típica arquitectura de los motores modernos de gasolina, salvo por el simple árbol de levas. La diferencia radica en que la L tiene una relación de compresión de 12:1 mientras que en la R es de 13,5:1. El cigüeñal tiene un 12% más de inercia que la R para proporcionar más tracción y un mejor control en terrenos complicados. La L tiene una ECU con un ajuste específico, y un sistema de escape por un solo lado, por el doble escape de la R. Todos estos detalles harían que el comportamiento y la respuesta en carretera sea más fluido y más dulce.

Para reducir, en lo posible el ruido, el motor tiene unas cubiertas especiales a ambos lados. Estas no solo reducen el ruido sino que protegen al mismo. También se encuentra totalmente cubierto el piñón de salida. El sistema de escape mencionado es de único silencioso, totalmente legal, y encargado también de reducir en lo posible el nivel sonoro hasta los límites legales para circular por vías públicas.

En cuanto a la suspensión, monta la impresionante horquilla ajustable Showa de 49 mm de la X pero con ajustes específicos para la versión L. El monoamortiguador trasero es el típico Pro-Link, también derivado de la R pero con tarados más suaves. El bastidor de simple cuna de aluminio desdoblado por la parte inferior y subchasis también son más amplios para acomodar las herramientas y el posible equipaje. Tanto en la L como en la X derivan del modelo R. El depósito de combustible ve aumentada su capacidad hasta los 7,6 litros. Un dato a tener en cuenta es que la altura del asiento es de nada menos que 94 cm frente a los 87,5 cm de la actual CRF250L lo que ya deja claro que no será una moto para todo el mundo. En la X todavía es superior, llegando a los 95 cm. Montará llantas de 21 y 18 pulgadas con neumáticos IRC, la misma marca de la CRF250L. Declara un peso de 132 Kg supongo que en vacío porque ya supone una rebaja considerable frente a los 146 Kg en orden de marcha de la CRF250L.

El tablero de mandos es totalmente digital, pero muy sencillo. No lleva tacómetro, como la última versión de la CRF250L. Lleva intermitentes, bocina, doble espejo y una batería de iones de litio reforzada para atender mejor las demandas eléctricas. Los radiadores de alta capacidad tienen ventiladores accionados por termostato para situaciones de marcha lenta. El freno delantero es del mismo diámetro que la X, pero el disco es más grueso, y el depósito de fluido es más grande para una mayor durabilidad.

Esta es la información que se ha dejado caer por la red, a falta de confirmar muchos datos, como la potencia, el peso final y especialmente el precio. En ADVPulse aventuran un precio de 10.399$ USA lo que equivaldría a unos 9.000 euros al cambio, si se respeta la proporción.

Mi impresión personal es que entre la desmesurada altura del asiento y el posible precio relativamente elevado (casi el doble del actual para la CRF250L) se trata de un modelo que, aunque demandado por un reducido sector de motociclistas dual sport, se acerca mucho más al concepto de las versiones X y R que al de la L. No es esto exactamente lo que demandamos los actuales usuarios de la CRF250L, que tiene en su amplia polivalencia y relativamente contenido precio dos de sus armas que han contribuido a su éxito. El motor 300 en la versión actual, o un 450 dulcificado, conservando las cotas actuales y manteniendo componentes más de "batalla", para frenar el precio final, creo que hubieran sido mucho mejor recibidos. Una CRF "Rally" con el motor 300 también hubiera sido un acierto... Mejor moto sí, pero tan alta y al doble de precio... es para dudarlo mucho, a no ser que lo tengas claro, claro, como el agua cristalina. AAAAaaaaaaggghhh!!! nunca estamos conformes...


Detalle del faro, careta frontal y manillar. Destaca la
"civilización" de la R, aunque con tapón sin llave.


Muy similar en apariencia a la CRF250L
pero ya se intuye el mayor recorrido de 
suspensiones. Un solo silencioso derecho.


Pata de cabra y cilindro y culata claramente
diferenciados en esta 450L.


En esta vista superior se aprecia la estilizada
silueta y el único silencioso derecho, además de
todos los gadgets "asfálticos".


Guardabarros trasero de menor longitud, 
manillar Renthal y tapón sin llave. No cabe
duda sobre su origen.


Silencioso y línea muy similar a la CRF250L.
La altura de asiento es impresionante: 94 cm
y el depósito de solo 7,6 litros.


Detalle del motor 450L dulcificado, con un rendimiento
todavía por confirmar, pero derivado de la R de enduro,
a diferencia del 250 que deriva de la CBR250R de asfalto.


En la parte derecha de aprecia la bomba de agua,
termostato y el protector del escape, muy similar
a la CRF250L.


El moderno cuadro totalmente digital, de inspiración
 claramente enduro. Carece del tacómetro y nivel
 de gasolina que incorpora la CRF250L 2017.








martes, 22 de mayo de 2018

Control de calidad: "Made in Spain"

Martes, 22 de mayo de 2018. Desde el 11 de mayo ha estado la Bye Bike en el taller. La verdad es que para ser una moto (ciclomotor) más sencilla que el mecanismo de un chupete, el control de calidad sobre la misma no puede haber sido más laxo. Al hecho de venir la moto descarburada, hay que añadir el de tener el guardabarros delantero deformado (probablemente en el transporte) y, supuestamente, el kit de transmisión defectuoso, motivo principal por el que se encontraba en el taller esperando los recambios.

Ya en el momento del estreno, notaba que la moto respondía mal, rateaba al acelerar y se paraba en los semáforos al dejar de dar gas. Lo primero me inquietó levemente, lo segundo lo achacaba al estar el motor frío. Tras recorrer unos km la moto seguía exactamente con los mismos síntomas, con lo que era evidente que algo no andaba bien.

Acostumbrado, mal acostumbrado, a los motores de inyección electrónica "start and forget", había perdido completamente la práctica de carburar una moto. De hecho, creo que no he tocado el carburador de ninguna de las motos que he tenido con este sistema de alimentación. Tendría que remontarme a la época del venerable Renault R-6, el origen de los SUV, y de las peripecias rurales, para recordar cómo toqueteaba un carburador, hasta el punto de desmontarlo, volverlo a montar, sobrar piezas, y el coche ir mejor que antes.

El caso es que tras empaparme videotutoriales de carburación, conseguí dejar la moto fina, con una respuesta contundente y llena al primer golpe de gas, y en todo el rango de rpm del motor. Para ello, tuve que aflojar el tornillo de mezcla nada menos que una vuelta y un cuarto, a base de tanteos de cuarto en cuarto de vuelta, reajustando simultáneamente el de ralentí. Según los cánones, el rango para la mezcla ideal de aire-gasolina está entre media vuelta y dos vueltas y media de giro del tornillo de mezcla, partiendo de la posición de totalmente apretado. Quiere esto decir que la moto venía de fábrica con el tornillo prácticamente apretado, con lo que la proporción aire-gasolina era absurdamente rica, hasta el punto de arrancar en frío sin estárter y quedarse la moto acelerada, la pobre respuesta descrita y un primer consumo medido de unos 3,20 l/100 km.


"Made in Spain": se supone como ¿aval de calidad
frente a los productos orientales?


Lo comentado, siendo malo, no es lo peor, lo peor es que la moto viniera así de fábrica y el concesionario encargado de la revisión y entrega no se haya molestado en verificar si la moto respondía bien. Arrancar arrancaba, andar andaba, sí, de aquella manera, pero andaba, con lo que el/los pseudomecánicos encargados de su revisión pre-entrega dieron por bueno el estado de la moto. Control de calidad y profesionalidad: "Made in Spain".

Eso no era todo. Tras una primera inspección visual, veo que el guardabarros delantero está deformado. Por la parte de arriba, en un lado casi toca el neumático y por el otro le sobran dos dedos. Por la parte de abajo, una deformación parecida. Presuntamente, parece ser que una de las cintas que sujetaba la moto durante el transporte oprimía el mismo, con lo que se deformó al ser de plástico blando. Algo parecido a lo anterior. Siendo malo, no es lo peor, puede suceder en un transporte -que encima el concesionario lo cobra como sobreprecio, aunque sea dentro de España- Lo peor es que ni se molestaron en comprobar si el estado de la moto estaba correcto. Arrancar, arrancaba, andar, andaba, de aquella manera, pero lo hacía, lo demás, parece que sobra. Control de calidad "Made in Spain".

Ahora viene lo peor. Ya en el momento de recoger la moto y durante la marcha, notaba una especie de zumbido repetitivo por la zona de la cadena de transmisión y rueda trasera. Aparentemente la moto iba bien, pero ese zumbido no era normal. En una de las múltiples inspecciones visuales que hice, me dispuse a tensar la cadena ya que me parecía algo destensada. Tras comprobar la tensión de la cadena en diferentes puntos con la moto sobre el caballete, veo que en unas zonas está tensa y en otras con más holgura de la recomendada. Me pongo a tensar la cadena, doy unas vueltas y al comprobarlo, el problema persiste. Convencido de que el problema era mío y de que había dejado los tensores desalineados, o que se hubiera movido el eje, lo compruebo y mido una y otra vez y no veo nada anormal, con lo que el problema era otro. Parece mentira que una moto nueva, con todo el kit de transmisión nuevo tenga este problema, pero lo tiene.

A pesar de estar la moto en garantía, con apenas 160 km en el odómetro, pero con el fin de evitar que la moto estuviera parada varias semanas en el taller, intento comprobar lo más fácil: que la cadena de transmisión viniera defectuosa. Compro una nueva cadena KMC de paso 415 idéntica a la de origen (solo cuesta 11 euros) y se la cambio para intentar ver si el problema era ese y evitar estar bastante tiempo sin moto. No sirvió de nada, el problema persistía. Probablemente, el origen del mismo se deba ya a un defecto de mecanizado del piñón o de la corona de transmisión, si no otro mayor. Decido no complicarme más y llevar la moto al taller para hacer uso de la garantía. En fábrica debieron pensar que la moto iba bien, como andar, andaba... Control de calidad "Made in Spain".


No parece tan complicado para que tenga problemas.
¿Tan difícil es hacer que esto vaya bien?


No quiero dar detalles de la marca, ni del concesionario, por no perjudicar a los mismos, pero este tipo de hechos deben conocerse, deben saberse y deben difundirse para evitar que se repitan. El precio de la moto (ciclomotor) no es precisamente barato, recalcan que está fabricada en España y hay que exigir en consecuencia. Hay que ser profesional en el trabajo de cada uno, y como dicen los japoneses "el que tiene cuidado, se equivoca pocas veces". No se puede trabajar para salir del paso, para cumplir con el mínimo esfuerzo. No se pueden solo exigir derechos pero no atender a obligaciones. No se puede poner la pegatina "Made in Spain" a un producto como si fuera un aval de calidad -respecto a productos orientales- y luego estar al mismo -o peor- nivel de control de calidad de estos, cuando tiene un precio equivalente bastante superior y, encima, te cobran el transporte aparte, probable motivo por el que viniera el guardabarros delantero deformado.

La parte positiva es que la marca "ha aceptado" la petición de garantía (faltaría más) con la reposición y envío de las piezas reclamadas, pero las semanas con la moto parada y el mal ánimo que te queda por unos problemas que no debían haber existido, ahí queda.

El día 22 de mayo recogí la moto, francamente, antes de lo que me esperaba. Aparentemente, el problema está resuelto al haber cambiado tanto el piñón como la corona y la cadena, aunque tengo la impresión de que sigue estando por algún punto con más tensión. De todas formas, tengo que comprobarlo más a fondo con el uso y, sobre todo, a la hora de tensar la cadena, porque como siga con el mismo problema, mal asunto. Tendríamos un doble problema, por un lado, el de los típicos mecánicos "cambia-piezas" que se han limitado a sustituir unas piezas por otras sin preocuparse lo más mínimo por el origen del mismo, dejando la cadena más destensada -a propósito- para encubrir el problema de fondo. Por otro, que el problema sería mucho más grave, afectando a la estructura de la moto: buje, rodamientos o llanta de la rueda trasera, o eje del piñón de salida.

Uno de los problemas todavía está sin resolver, y que también procede desde el primer día: al pasar de 40 km/h suena un zumbido discontinuo, acompañado de una vibración intermitente que parece provenir de la rueda trasera. Intuyo que debe tener un problema de centrado u ovalización en llanta, buje o cubierta, o quizá, rodamientos. He comentado este percance dos veces en el taller oficial, cuando la llevé para el problema de la cadena, y posteriormente en la primera revisión. En ambas, me han tomado por imbécil y me dicen que la moto "va bien". Así pues, la Bye Bike tiene el lamentable honor de ser la segunda moto que más problemas me ha dado, por detrás de la alemana, pero con el agravante de ser un producto nuevo y más sencillo que el mecanismo de un botijo, lo que todavía tiene más "mérito". Da la impresión de que montaran la moto un viernes por la tarde mientras comentaban lo que iban a hacer el sábado.

En fin, no me rayo más. Quizá lo suyo es disfrutar de la moto y no fijarse tanto en los detalles... pero tanto la alemana, como la española, marcas "Nunca mais".

Control de calidad y profesionalidad: "Made in Spain".






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