martes, 28 de julio de 2015

Keeway Merchandising

Lunes, 27 de julio de 2015. La verdad, nunca imaginé que con una moto de pequeña cilindrada, trail y de una marca casi desconocida, pudiera hacer tantas rutas y por parajes tan agrestes y perdidos. Ha sido con esta pequeña gran moto con la que he descubierto lugares y me he metido por sitios que nunca imaginé siquiera que existieran. No hace falta ir a lugares remotos ni epatar de recorrer las antípodas de donde uno reside. Los lugares cercanos albergan rincones tan bellos como desconocidos, sólo hace falta decidirse, recorrerlos y contarlo.

Esta introducción viene al hilo de que hace unas semanas, me decidí a comunicar a Keeway España mis modestos recorridos por la geografía del sureste de España, convenientemente documentados con fotos, vídeos y un pequeño texto descriptivo en este blog. Como atención, Keeway España me obsequió con un conjunto de chaqueta, dos camisetas y gorra con merchandising de la marca. No me suele gustar hacer publicidad gratuita de nada, ni de nadie, pero dado que es una marca emergente en Europa, todavía poco conocida y que una de sus motos me está proporcionado más entretenimiento que ninguna otra que haya tenido, sin ningún contratiempo, he decidido hacer este pequeño reportaje sobre la misma.

Cabe decir que las camisetas son de muy buena calidad, con una textura y tejido resistentes y duraderos. Quizá, aún siendo de manga corta, demasiado gruesas para el fuerte calor veraniego del sureste de España, pero de muy buena factura. La gorra,  también cumple y es resultona, aunque también le haría falta mayor ventilación. La chaqueta es claramente un producto, al menos, de entretiempo o invernal, dado el forro térmico que lleva en su interior. No lleva protecciones en codos, hombros o espalda con lo que su uso en moto es ciertamente discutible, más bien la dejaría como prenda de abrigo de uso ocasional en moto o para uso sport.

La gorra y la chaqueta llevan ribetes anaranjados, característicos de Keeway... y de KTM. Las camisetas son en blanco y negro, aunque los logotipos de marca también conservan el característico color naranja de Keeway... Ahora queda... ¡¡¡estrenarlas!!!



Frontal de la camiseta negra, para la noche.


Parte trasera.


Sobre la manga izquierda está impreso el logotipo
de Benelli, marca adquirida por Keeway.


Sobre la manga derecha, el logo de Petronas,
la petrolera de Malasia, partner de Keeway.


Parte delantera de la camiseta, en blanco, para el día.

Sobre la espalda, Keeway.


Logo de Benelli, sobre fondo naranja. 


Petronas, sobre la manga derecha.


Frontal de la chaqueta con los logos de Keeway y
su partner asiático, Petronas. Ribetes naranjas en
laterales de cuerpo y mangas.


Parte trasera de la chaqueta. Los mismos logos,
pero con diferente tamaño y posición.


Parte frontal de la gorra. Logo y nombre de Keeway
con el incombustible ribete naranja.


Lateral de la gorra. La colaboración con Benelli está
clara, y por si hay dudas, ribete de la bandera italiana.


Parte trasera de la gorra, con las letras Keeway 
en blanco sobre el ajuste de velcro.










sábado, 4 de julio de 2015

Barranco del Arco

Domingo, 28 de junio de 2015. Tras unas cuantas semanas de inactividad, tenía ganas de coger la moto y hacer una ruta de media distancia en la que descubrir algo nuevo. Este momento ha llegado hoy, junto con una poderosa ola de calor, lo que no me incitaba a alargarme mucho en el recorrido ni en el horario.

Mi intención era salir pronto para volver también relativamente pronto, y casi lo consigo. A pesar de que en esta época del año, sobre las 6,30 horas ya hay luz solar, no fue hasta poco después de las 8 de la mañana cuando pude ponerme en marcha. Y es que ya se sabe, es difícil compatibilizar afición y obligaciones. Alcanzar el punto de equilibrio es un conjunto continuo de piruetas.

Bueno, al lío. En este caso, me propuse recorrer un paraje que descubrí -como casi siempre- trasteando con el google maps y viendo carreteras y parajes cartografiados pero que no son muy conocidos, o al menos, que no son carreteras con nomenclatura oficial o bien caminos rurales. Se trata del Barranc de L´Arc (Barranco del Arco), una carretera que se convierte en camino, partiendo de la población alicantina de Sella, en dirección a la comarcal CV-70 donde se encuentran varias poblaciones emblemáticas. Las más cercana, donde desemboca el camino, es un precioso mirador, poco antes de llegar a Benimantell y al Castell de Guadalest, en dirección norte.


En ruta hacia el Barranco del Arco


El Barranco del Arco se encuentra en Sella (Alicante). Se trata de un paraje recorrido por un camino entre picos y paredes de piedra, de unos 14 km de longitud. En él se encuentra la peña de "El Divino" de 1.100 m. sobre el nivel del mar, y varias paredes verticales de cientos de metros de altura muy conocidas por los aficionados a la escalada. Parte de esta ruta está asfaltada, pero en su mayor parte es un polvoriento y pedregoso camino en bastante buen estado, pero con esa pizca de aventurilla que supone cualquier ruta que se salga del asfalto, donde lo previsible pierde su sentido y más sobre dos ruedas, donde la grava, el polvo, las torrenteras, la tierra y las piedras ponen a prueba continuamente al piloto y al precario equilibrio de estos condenadamente divertidos vehículos.

Una vez más, como casi siempre que hago un nuevo descubrimiento, no llegué a completar el recorrido previsto. La relativa longitud del tramo, pero sobre todo, el agobiante calor que hacía cuando me adentré en el barranco, me aconsejaron dejarlo para otra ocasión ante la perspectiva de seguir y tener que volver por el mismo camino, que era mi objetivo inicial. Debe ser algo ya psicológico pero me pasa a menudo, aunque bien pensado, puede ser una buena elección: ante una dificultad o duda, me doy la vuelta. Es una de las ventajas de salir solo: tú decides, tú haces según tu propio y único criterio.

El caso es que, al final, calculo que realicé algo más de la mitad del recorrido del camino, parando a descansar y a recuperarme del calor antes de volver por el mismo. En total fueron unos 163 km de disfrute por carreteras secundarias de curvas, poco tráfico, parajes solitarios y con la guinda del Barranco del Arco que, aunque sin acabar el recorrido, me dejó muy buen sabor de boca y una excusa perfecta para volver a recorrerlo hasta el final cuando no haga tanto calor.



Punto de inicio hacia el Barranco del Arco, en las
inmediaciones del cementerio de Sella.


Uno de los muchos picos que jalonan el recorrido,
todavía por asfalto.


Las paredes verticales de piedra también abundan,
muy apreciadas por amantes de la escalada.


Espectaculares cortados que invitan a desviar
la mirada desde el camino.


Uno de los tramos buenos del camino... Que no se
acabe nunca!!!


Mirando en dirección Sella, desde el punto de parada.


Panorámica de una de las zonas del barranco,
dirección oeste.


Una de las muchas crestas rocosas que bordean
el camino.


Una parada a la sombra del camino para recuperarme
del intenso calor...


Fuera ya de la zona del Barranco del Arco, tomé esta
patética imagen del embalse de Amadorio (Orxeta)
bajo mínimos por la pertinaz sequía.







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