lunes, 26 de mayo de 2014

La Garapacha - Sierra de La Pila

Sábado, 24 de mayo de 2014. Hace ya más de un año (febrero de 2013) intenté ir a La Garapacha (Murcia) por la parte norte -por Algueña y Peña Zafra de Arriba- pero mi impericia con el GPS, el fuerte viento racheado que hizo en aquella ocasión -lo que no me permitió estar centrado en la navegación- así como el lío monumental que me hice en varios cruces, me impidieron completar el recorrido. El caso es que no había encontrado ocasión hasta hoy. Así pues, animado por querer llegar a las inmediaciones de la Sierra de La Pila, donde se encuentra la Garapacha, he decidido hacer nuevamente el recorrido pero por la parte sur, desde Fortuna, tomando la MU-17-A.


En ruta hacia La Garapacha


La ruta hasta La Garapacha, desde Alicante, transcurre íntegramente por carreteras secundarias y son, aproximadamente, unos 90 kilómetros. Rodando por la MU-17-A, desde Fortuna, se pasa por un paraje llamado cortado de "La Peña", un espectacular paso con paredes de piedra verticales con varias decenas de metros de altura. Al llegar a la población, varios carteles anuncian las posibles rutas hacia la sierra así como a varios accidentes geográficos. Me llamó la atención el imponente cerro de "La Pila", que da nombre a la sierra, que está prácticamente al lado del pueblo que, por otra parte, cuenta con una hospedería rural y está claramente enfocado al turismo rural y de montaña.

Ya en La Garapacha, intenté meterme con la R 1200 R por una calle-camino asfaltado sumamente estrecho y empinado, siguiendo las indicaciones hacia la sierra de La Pila, pero cuando la pendiente comenzó a ser más pronunciada, la calle-camino más estrecha y la cosa se fue complicando, decidí aparcar y acometer la exploración en profundidad, en una próxima ruta, con la TX 125 S, mucho más manejable, con menor radio de giro y con más cualidades para rodar por sitios estrechos, empinados y complicados donde pudiera ser necesario dar la vuelta en un palmo de terreno o rodar sobre terreno poco compacto. Hoy se trataba, más bien, de hacer un reconocimiento de la zona, de los caminos a tomar y del entorno. Me da la impresión de que merece mucho la pena... próximamente, más.


Plano topográfico con la parte final del recorrido: La Garapacha,
donde se encuentra la Sierra de La Pila


La R 1200 R en el punto de parada, las afueras de
 La Garapacha, dirección Sierra de La Pila.


Esto es lo que tenía por delante: una bifurcación. A la
 izquierda Barranco del Mulo, a la derecha, Sierra de La Pila.


También se va al Mojón de Las Cuatro Caras... pero
esto es territorio TX.


Radar meteorológico en lo alto del cerro de La Pila,
de 1260 metros sobre el nivel del mar.


Llegando a La Garapacha, a la izquierda, Sierra de La Pila.


En lo alto de la colina se encuentra La Garapacha. Se
atisba la torre de la iglesia.


Una parada en las afueras de La Garapacha, antes
de iniciar el regreso. Cerca había una tirolina.


Ésta tirolina. Quien dijo que el espacio más cercano
entre dos puntos era la línea recta, tenía razón.


El cortado de La Peña, dirección Fortuna.


Me llamó la atención una especie de "altar de sacrificios"
que había en un punto de parada.


Mmmm... tanto leer novela histórica que, al final, crees
ver lo que sueles leer. ¿Qué será?









domingo, 18 de mayo de 2014

La sima de Jaime "El Barbudo"

Sábado, 17 de mayo de 2014. La ruta de hoy supone el último punto que me quedaba por descubrir dentro de lo que tenía planeado en la sierra de Crevillente. Tras revisar los mapas una y otra vez, me cuesta ya encontrar rutas "nuevas" dentro del radio de acción y tiempo disponibles. Además, la previsible subida de temperaturas que se aproxima, hace que dentro de pocas semanas me dedique a otro tipo de salidas más tranquilas, más contemplativas y más introspectivas... el moteo-lectura.

La sima de Jaime "El Barbudo" se encuentra en la sierra de Crevillente, término municipal de Hondón de Los Frailes (Alicante). Consiste en una profunda depresión del terreno, al borde del Alto del Rincón de Los Tiesos, en cuya base se encuentra la cueva que debió servir de cobijo al famoso bandolero y su banda. Para llegar a ella me dirigí por la comarcal CV-873 que va de Albatera a Hondón. Una vez en esta población, tomé una calle-carretera que, tras girar por una pista deportiva, con rumbo sur se dirige hacia la sierra hasta un punto en el que la carretera se convierte en sendero. Este sendero, a su vez, se dirige en sentido ascendente al PrV-255 o senda de Jaime "El Barbudo". Tiene tramos buenos y tramos complicados. Podría haber subido con la TX 125 S puesto que, por una vez, no había puertas ni cadenas, pero tras una inspección visual, lo consideré algo arriesgado con escalones, mucha piedra suelta y fuertes pendientes, lo que inclinó por hacerlo a pie. Por otro lado, desde el punto donde dejé la moto hasta al borde de la sima había apenas 2 kilómetros. Todo ello, y el hecho de que no hacía demasiado calor, me animó a hacerlo aún con la vestimenta de motorista. Eso sí, mi falta de entrenamiento y el poco acostumbrado roce de mis botas Magnum contra los pies, me provocaron una ampolla.


Camino de la sima de Jaime "El Barbudo"


Mi curiosidad por visitar este accidente geográfico data desde hace ya meses. Me llamó la atención que existiera un paraje con un nombre propio y un apelativo. Me puse a investigar y .. ¿quién era Jaime, apodado "El Barbudo"?. Fue un famoso bandolero de la serranía de Crevillente que vivió en tiempos de la invasión napoleónica: finales del siglo XVIII y principios del XIX. La historia de este bandolero es fascinante, llena de detalles que rozan la leyenda.

En la parte alta de la colina, justo antes de iniciar el descenso a la sima, se construyó un mirador en 2004 con el mismo nombre. Este mirador consiste simplemente en una casamata con tres paredes, una banqueta de piedra a lo largo de la pared interna y una mesa, también de piedra, con un dibujo grabado en las losetas de la mesa con los nombres de poblaciones y parajes que se divisan desde el mismo.

Finalmente, no llegué hasta la entrada de la cueva, como me hubiera gustado, ni tampoco me adentré en su interior, como me hubiera gustado más, dado lo abrupto del terreno y, especialmente, del poco tiempo que siempre dispongo. Para verlo en condiciones hubiera necesitado una mañana entera estando ya allí, o echar el día entero si contamos el desplazamiento con la moto.

Recorriendo estos parajes, ya impresionantes hoy en día, me viene a la mente cómo debían ser hace más de 200 años, cuando transitaba por aquí "El Barbudo" y su banda. Con razón fue imposible de localizar y detener más que, como casi siempre suele suceder, por traición, dado su gran conocimiento del terreno, la extensión de la sierra y su red de contactos.


Mapa topográfico con la parte final del recorrido,
realizada a pie.


La TX en el punto de parada, a partir del cual, continué
el recorrido andando.


La vega de Hondón de Los Frailes desde un alto en
el camino, mientras ascendía por la senda.


Ya en el mirador de Jaime "El Barbudo". Perchero
improvisado con una rama de pino.


El mirador de "El Barbudo": una casamata de tres paredes
mirando en dirección sur, hacia el mar.


Explicación detallada de lo que se ve desde el mirador
sobre la mesa de piedra...


... y esto es lo que verías desde la bancada de piedra
dentro del mirador.


La senda de Jaime "El Barbudo". Hace más de 200 años
recorrería la misma junto con su banda.


El Alto del Rincón de los Tiesos, de 540 metros sobre
el nivel del mar, al lado de la sima.


En las inmediaciones del mirador, esta flecha nos indica el
sendero  PRV-255 por el que se va a la sima y cueva del bandido.


¡He llegado! Punto Final del recorrido planeado en el GPS:
al borde de la sima de Jaime "El Barbudo".


En el fondo de la sima se encuentra la cueva en la que
se cobijaba el famoso bandolero.



domingo, 11 de mayo de 2014

La ermita de San Cayetano

Sábado, 10 de mayo de 2014. Hoy, la primavera disfrazada de verano ha dado su primer zarpazo. Con mi cazadora de cuero usada y una camiseta de manga corta voy bastante bien térmicamente, especialmente en esta época que no hace -como se suele decir- ni frío ni calor, pero tras bajar de la moto, he sentido unos buenos 28-30º al sol que hacían bastante insufrible llevar esta prenda.

Hoy tocaba una nueva incursión por la sierra de Crevillente, en esta ocasión, por la parte este de la comarcal CV-873 que la atraviesa. El objetivo decidido ha sido la ermita de "San Gaietá" (San Cayetano) situada en el barranco del mismo nombre, entre los picos San Cayetano y Peña Corcada.




Camino de la ermita de San Cayetano.


Esta ermita se encuentra en la ladera del barranco, a 420 metros sobre el nivel del mar. Se accede desde la carretera de Albatera, por la Vía Pista del canal Trasvase Tajo-Segura, una vez pasado el camino que lleva a la zona de Los Molinos, y por el campo de tenis hasta llegar al paraje natural de la Palalla. Una vez más, las puertas en el campo han hecho su aparición y me han imposibilitado acceder con la moto a la propia ermita. Hay que aparcar obligatoriamente en una zona para ello a unos 300 metros de la misma, trayecto que sólo se puede hacer a pie o en bicicleta. Poco antes, un mirador muy bien situado permite unas excelentes vistas del barranco, picos y ermita.


Destacar que esta ermita data del siglo XVII en que se canonizó a San Cayetano. Es una de las más antiguas de Crevillente, junto con la de Santa Anastasia y La Purísima. Se encontraba en estado ruinoso hasta el año 2009 en que fue restaurada.


Siempre me ha llamado la atención la ubicación de las ermitas, casi siempre, en lugares apartados, inhóspitos, bellos, alejados de la civilización. El hecho de descubrir la ermita de San Cayetano es una excelente excusa para adentrarme en la sierra de Crevillente por uno de sus múltiples caminos, trailear y ver parajes que, de otra forma, nunca se me hubiera ocurrido recorrer.

El tramo final de camino, de unos 3 kilómetros, está en continua ascensión, con algo de grava suelta, pero en muy buen estado. Bordea el barranco de San Cayetano hasta llegar a una zona de aparcamiento en la que, obligatoriamente, debes dejar la moto para continuar el recorrido hasta la ermita a pie. Desde la propia ermita parten varios senderos que se adentran todavía más en la sierra, un auténtico paraíso para el senderista. Eso sí, es recomendable no adentrarse por aquí en los meses de verano porque la sombra es casi inexistente y el sol golpea con dureza este lado sur de la sierra.


Mapa topográfico con la parte final de la ruta: la
ermita de San Cayetano.


La TX en el punto de parada, antes de iniciar la senda
que conduce a la ermita.


Debió existir una época en la que no había puertas en el campo.
En la actualidad, estas abundan, a pesar de la "civilización".


Tramo final del camino, poco antes de la zona de parada.


Panorámica desde la zona de parada. Al fondo, la sierra
de Callosa del Segura con el pico del Águila, de 560 metros.


El serpenteante camino por el que se llega al paraje natural
de "La Palalla", en la sierra de Crevillente.


El barranco de San Cayetano, mirando hacia el sur.


Parte norte del barranco, con el pico de San Cayetano
de 800 metros de altura sobre el nivel del mar.


El objetivo: la ermita de San Cayetano. No siempre se
conservó así. Restaurada en 2009, data del siglo XVII.


La TX con ganas de más tierra, polvo, baches, piedras,
 grava, barro (es un decir), arena y... asfalto.






domingo, 4 de mayo de 2014

Cuevas de Las Ventanas

Sábado, 3 de mayo de 2014. El buen tiempo sigue. Ya son normales los días soleados con temperaturas entre 20 y 25º y hay que aprovechar antes de que el calor apriete de verdad haciendo poco aconsejable aventurarse por parajes sin sombra.

Tras mi periplo por la Rambla de Las Ventanas de hace unas semanas, empecé a preguntarme porqué se llamaba así. Los mapas topográficos me revelaron que existe una barrera rocosa en cuya cresta se forman unas oquedades conocidas como "Las Ventanas". Este paraje se encuentra en la misma ruta que va a la Rambla, pero desviándose por una intersección a la izquierda. Así pues, dicho y hecho, hoy el destino ha sido recorrer el camino que pasa por "Las Ventanas" y ver este accidente geológico.


Por el camino Cocón y las Cuevas de Las Ventanas


Resulta curioso ver estas oquedades producto de la erosión. Imagino que cuando haga viento tienen que emitir un sonido que en una noche de luna llena debe dar escalofríos. "Las Ventanas" son un conjunto de agujeros, orificios y oquedades que forman la cumbre de una cadena de colinas que se extiende entre el "camino Las Violantas", al este, y la Rambla Salada, al oeste.

El camino que llega a este paraje se conoce como "camino Cocón" y parte de una bifurcación del "camino de La Sal" que va a la "Rambla de Las Ventanas". Pasa cerca del cerro "El Cuchillo" de 260 metros sobre el nivel del mar.

Toda esta zona es un paraíso para una moto trail ligera por su multitud de caminos y parajes que ver y descubrir, pero si no fuera por la moto, como realmente se disfruta es haciendo senderismo y recorriendo a pie todo lo que la moto no te permite: los parajes de Las Ventanas, las Cuevas de Las Ventanas, la Rambla Salada, la propia Rambla de Las Ventanas, los acueductos, los cerros de El Cuchillo, Las Ventanas, los tres cabezos (El Negro, la Estrella y el Gurugú). Esto es sólo una parte de la sierra, la de Albatera, porque al lado este está la sierra de Crevillente con multitud de parajes que esperan la visita del motorista trail o senderista...

Una vez recorrido la parte del camino que discurre paralela a la barrera rocosa de Las Ventanas, el camino gira hacia el sur entre campos de cultivo de olivos, higueras y limoneros hasta desembocar nuevamente en la Vía Pista de la carretera del canal de riego Tajo-Segura. Poco antes de finalizar, el camino me obsequia con una sorpresa que se me quedó grabada en la retina: un impresionante cruce por debajo de uno de los acueductos de la Vía Pista para girar hacia el oeste y salir de nuevo a la misma.


Mapa topográfico con la parte del recorrido que
discurre paralela a Las Ventanas


El camino de Cocón (entre las colinas) visto desde una
 zona alta del camino de la Sal.


Por este camino se inicia el descenso desde el camino 
de la Sal hacia el camino de Cocón.


Esto es lo que tenía por delante Deiotarus y su Keeway:
el camino de Cocón en bastante buen estado.


Una de las múltiples ventanas de la barrera 
rocosa que le da nombre.

Más ventanas, de diferentes formas y tamaños a cual
más pintoresca.


Un alto en el camino. La TX 125 S esperando
reanudar el recorrido. Soledad y silencio.


No todo son ventanas, también hay picos y riscos
con formas peculiares por la erosión.


Poco después de este punto, el camino gira hacia el sur
entre campos de cultivo. Al fondo, la barrera rocosa.


Al fondo, los primeros campos de cultivo de olivos.
Si los olores se pudieran reproducir... espectaculares.


Uno de los muchos viaductos del canal Tajo-Segura.
Este no es de los más grandes.


Volviendo por el camino de "Cocón" bajo
 el viaducto del trasvase. (*)


Otra perspectiva del mismo viaducto.  Impresiona su
altura, y más todavía circulando sobre él. (*)



 (*) añadidas el 07/12/2014.



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