jueves, 11 de junio de 2020

Rieju Bye Bike: segundas partes siempre fueron buenas

Jueves, 11 de junio de 2020. Tras los últimos cambios de vehículos que tuve a finales de 2019: venta de la Typhoon 125 y de la CRF250L, sustituidas por la Honda SH300, y cambio del Micra por el Focus Active, me quedaba un asunto pendiente. Como animal de monte, a pesar de las ciertas aptitudes camperas del Active, y de la rueda alta de la SH300, que los capacitan para circular por terrenos relativamente irregulares, nunca serán lo mismo que un vehículo destinado a andar por estos ambientes, en los que la ligereza y manejabilidad fueran la cualidad esencial.

Con esta adaptación de uso y costumbres a los nuevos vehículos, también han variado un poco el enfoque de mis "peripecias rurales". Ahora hago más senderismo, más moto, o coche-senderismo, es decir, salir con una u otro a un punto concreto, y recorrer el tramo previsto andando, ayudado de un GPS. Aún así, insisto, quedaba el asunto pendiente de hacer recorridos de mayor magnitud por caminos rurales y carreteras sin denominación a bordo de un vehículo ligero y manejable, una especie de bicicleta, pero sin el tormento de dar pedales, aspecto que eliminaba completamente las cada vez más de moda y enormemente caras bicicletas eléctricas de pedaleo asistido. Tenía en mente la recientemente presentada Honda CT125, pero, a fecha de hoy, no está claro que llegue a importarse en Europa. Además, a pesar de derivar de una clásica como la Super Cub, monta un motor de 4 tiempos y cambio semiautomático, mientras que mi predilección actual se dirige hacia las motos con los casi extintos motores de 2 tiempos y totalmente automáticas, aún sin descartar la CT como futurible compra.

Así pues, me surgió de nuevo la idea de principios de 2018: el ciclomotor de dos tiempos. En ese año me compré la Rieju Bye Bike Luxe. Disfruté como nunca de este pequeño y ágil vehículo por ambientes rurales que jamás hubiera recorrido a bordo de una moto de más cilindrada, y evidentemente, mucho menos andando. Dos años después, me rondaba de nuevo la idea de repetir la compra y volver a adquirir este vehículo, más sabiendo que, comercialmente, los motores de dos tiempos tienen los días contados con la próxima implantación de la Euro 5 en motos. Dado que nuevo no hay nada equivalente, pensé en comprar un Vespino, uno de los muchos que todavía quedan en circulación, verdadera máquina indestructible, configurable y adaptable que sobrevive a la tecnología actual, o una de las últimas Derbi Variant. Me echaba para atrás lo evidente: la antigüedad, el hecho de tener que estar encima para ponerlo y tenerlo en orden de marcha, los pedales, la posibilidad de averías (retenes de cigüeñal resecados o similares) la mezcla manual de gasolina-aceite... Total que, vistas las opciones, me he decidido por adquirir, de nuevo, la Rieju Bye Bike, aunque en una versión más "adventurizada", con asiento monoplaza, ruedas de enduro, y otro color. Es la primera vez que repito modelo de moto, pero como comento, es que tampoco hay muchas más opciones, al menos como vehículo nuevo. La idea sobre su uso es la misma que entonces, emplearla como una especie de mountain bike light, en similares ambientes, pero sin dar pedales.

Sobre las características técnicas, no me detendré mucho en ello, remitiéndome a lo expuesto en la presentación del modelo en el anterior enlace. Las diferencias con aquél modelo de 2018 se centran en el asiento monoplaza, la parrilla trasera de mayor tamaño y capacidad, las ruedas mixtas y el color gris de los plásticos. El resto, es esencialmente la misma moto, por lo que la conozco bien.

Ahora, como digo siempre, lo que hace falta es buscar y encontrar el tiempo y las rutas adecuadas para disfrutar de ella en esos parajes que tanto me gustan y con los que me identifico: monte, montaña, caminos, pistas, sendas... complementando las salidas moto y coche-senderistas con los otros vehículos.


La Rieju Bye Bike "Adventure" en su primera parada.
Todavía sin adhesivos ni bolso de viaje.


Neumáticos Vee Ruber de 17 pulgadas y 2,50 de
anchura, de claro corte endurero.


El nostálgico motor Rieju Bye Bike 2 tiempos de
49cc. Uno de los últimos que se fabricarán nuevos.


Asiento monoplaza y gran parrilla portabultos.
En ella instalaré el bolso Givi T439.


Aquí ya con el bolso Givi T439 instalado. En la
parte delantera del portabultos aún sobra espacio.


Ya 14 km en el odómetro. Todo un mundo de
 aventuras por delante.


Detalle del sistema de escape Euro 4 y el motor
de arranque. Cuenta también con kickstarter, en
previsión de falta de energía por "cuarentenas".













1 comentario:

  1. Espero que no te moleste que haya usado una de tus fotos para ilustrar una respuesta en el subforo de motos del foro de www.pieldetoro.net : http://www.pieldetoro.net/foro/index.php?threads/la-deriva-y-%C2%BFdesaparicion-de-los-ciclomotores-de-marchas-en-2t.144713/page-3

    Disfruta tu gerundense ciclomotor, Vss

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